Ella.

Me encantaba estar con ella, tenerla entre mis manos. Cuando estaba con ella me llevaba a otra dimensión. Me hacía sentir lo que nadie antes podía haberlo hecho. Era la mejor del mundo. Era mi refugio, mi hogar, mi vía de escape, simplemente era ella.

Sin embargo, el amor a veces duele. Me gustaba tanto estar con ella que un día no sé qué pasó. Está oscuro, tengo miedo, pero no puedo dejar de pensar en ella. Se fue y me dejó aquí solo, sin ella.

Ella, la que me dio la vida y, a la misma vez, me la quitó. 

Maldita droga.

Clara Hernández Luna