Acariciada por el tormento.
Un día decidió dejarlo atrás,causando un volcán de sensaciones.
Corrió hasta llegar a aquella época del año donde las hojas caían y donde ella pudo dejarse caer.
El otoño la acogió y ella pudo ser esa flor que a pesar de marchitarse, pudo revivir y volver a florecer sin que ningún pesticida la hiciera fenecer.
Noemí Sánchez
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