lunes, 15 de noviembre de 2021

Tinta especial



Y cerró ese libro, ese que había hecho que se enamorara perdidamente de algo que no era verdad, que no era real, pero sí lo era para ella. Pero como toda historia, siempre hay un final. Así fue cómo en la última página de esa historia se encontró lo siguiente:

 "Que estas palabras sean mis caricias, estas paginas sean nuestro hogar, y todo lo que has imaginado este tiempo sea el lugar al que podamos regresar para reencontrarnos".

Porque sí, ella se había enamorado de algo que no existía, de algo que no se podía tocar ni ver, de algo utópico. Ella se había enamorado de unas hojas llenas de tinta.

Míriam Morán

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