María era
una chica muy feliz, tenía muchos amigos, con los que salía de fiestas y de
vacaciones. Un día tuvieron un accidente con el coche y resultó gravemente herida, quedó sin poder
caminar , aunque los médicos le dijeron
que quizás en un año se recuperaría.
Desde el día que tuvo que ir en silla de ruedas, sus amigos empezaron a
alejarse de ella con excusas y ya no volvieron a verla nunca. Tan solo Rosa, una compañera de clase, que no
era amiga de salidas, comenzó a
visitarla al verla tan sola y triste. Por las tardes la sacaba a pasear y a las
cafeterías, luego los fines de semana la
llevaba al cine, a cenar, de fiestas, etc.... Así pasó un año y medio, hasta
que empezó a caminar.
La vida le
había enseñado, que la amistad se demuestra en lo malo, no en lo bueno, y su
única amiga sería siempre Rosa.
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