lunes, 28 de septiembre de 2020

El beso


A María, su abuela siempre le preparaba el desayuno y la levantaba, para ir al colegio. A pesar de sentirse muy mayor, con sus solo siete años, le encantaba que su abuela la despertara cada día con un beso en la frente, era el mejor despertar del mundo, no podría vivir sin su abuela, la quería con toda su alma.


Pero una mañana fría de invierno, María no podía despertar, seguía durmiendo, no porque no quisiera ir al colegio, con todos sus amigos, no porque tuviera mucho sueño, no porque estuviera enferma, quería dormir y nos despertar jamás, dormir para toda la vida, para no tener que despertar sin el beso de su abuela y seguir soñando que aún estaba viva.


Virtudes Gilgado León

lunes, 21 de septiembre de 2020

De corazón

Para Luisa, era alguien desconocido, sí sabía quién era, pero sólo eso, el pueblo era pequeño y todas las personas, se solían conocer pero nunca cruzaron palabra. Un buen día, recibió un mensaje de WhatsApp, pero no era de ningún contacto de su agenda; aparecía la foto de quién lo enviaba. Aquel mensaje era de una persona que se sentía sola, pero no de familia, pedía amistad, se encontraba sin amigos. Era un mensaje de quien se llena de valor, prueba suerte, dentro de un intento desesperado de cambiar su vida vacía. En el mismo momento que leyó el mensaje, sitió un inmenso sentimiento de compasión, ofreciendo su amistad a Marta

Luisa y Marta, se volvieron inseparables, su amistad era como si el destino hubiera puesto en su camino, un alma gemela. Con el paso del tiempo, se unieron antiguas amistades de Marta, que la habían rechazado, pero que al estar ahora también solas, volvieron junto a ella. Todo cambió, Luisa ya no era importante para Marta, fue notando que se alejaba, todo eran excusas, presentía que ya no la necesitaba porque había recuperado sus antiguas amistades.

Un día, por el mismo medio que le rogaron amistad, dos años atrás, recibió un mensaje de despedida de su amiga del alma. Le decía que ya no quería saber nada de ella, que todo había terminado, y la bloqueó. Con inmenso dolor, vio como aquella persona que pidió ayuda a un desconocido, olvidó a quien le tendió la mano desinteresadamente, prefiriendo a quienes en su día la abandonaron.

La vida no siempre te premia por lo que haces, pero siempre nos quedará la paz de que lo hicimos de corazón.


Virtudes Gilgado




jueves, 17 de septiembre de 2020

Tengo miedo....


Recuerdo el día que te conocí como si fuera  ayer,

recuerdo, que te amé sin querer,

recuerdo... ese parque al que te llevé,

recuerdo... ese olor a amor, ese olor que aún me trae dolor.

Te amé y te amaré, a pesar de todo...

Solo pido que me des la razón 

de por qué lo echaste todo.

Te fuiste sin explicación alguna, 

y aquí estoy pensado en qué hice mal.

Tu imagen me atormenta....

Por ello tengo miedo...


Jiajun Zhou