domingo, 31 de mayo de 2020

RAP DE LA SOCIEDAD IMPERFECTA




¿Quién tiene la receta, hermano,
de la sociedad perfecta?.
Sin gritos, ni fraude...
sin nadie pasando hambre.
¿Quién tiene la receta, hermano.
de la sociedad perfecta?
Sin razas, ni credos...
sin mordidas de perros.
Vive callado, hermano,
escondido en la cueva,
con tu arma en la mano,
con tu perro en la puerta,
con tu bandera colgada,
con tu respuesta correcta.
Vive callado hermano,
vive asustado,
no sea que por tu color...
te maten en la calle.
¿Quién tiene la receta, hermano,
de la sociedad perfecta?
Ellos ¡No!.

POR ÁLVARO GARCÍA CARRACEDO

jueves, 28 de mayo de 2020

Mezcla


Un día me propuse escribir y como era de esperar tenía muchas ideas pero ninguna válida. Mi cerebro me llamó la atención y me dio un par de ideas, ¿Qué te parece la Segunda Guerra Mundial? ¿O el confinamiento?, la idea de la guerra mundial me parecía anticuada pero la del confinamiento no estaba mal. Me dispuse a escribir y antes de coger el lápiz, el corazón me llamó y me dijo que tenía ideas mejores, el amor, entre ellas. El amor está muy trillado y estoy cansada de que duela; mírate, todavía no te recompusiste del último, pareces un saco de boxeo. El cerebro me dijo que la idea del confinamiento era la mejor, pero no quería escribir sobre eso, estoy harta de estar encerrada física y mentalmente. El corazón se alzó dejando un silencio ensordecedor. Me obligó a hablar del amor porque era lo que mejor se me daba (o lo peor). Callé mis voces internas y pegué un salto de la silla. El corazón se me paró por un segundo y me quedé en blanco. Al volver del pequeño trance, fui a la cocina y cogí la batidora y mi cerebro puso ideas aleatorias, pasionales y racionales, una pizca de entusiasmo y otra pizca de dolor, una cucharada de desganas y esencia de la más pura. El corazón le dio al botón más potente y todo se fue mezclando, cambiando de forma, color y textura. Empezó a brillar y me dio miedo de que explotara, así que lo metí en un pequeño frasco. 
Esperaría hasta el momento adecuado para abrirlo.

Rosana Montero

martes, 26 de mayo de 2020

Cuando te veo 
mis ojos se iluminan 
parecen liras, 
si te veo 
no puedo parar de pensarte 
porque tú eres lo que a mi me vale
Vuelve a decirme lo de antes, 
que he hecho lo imposible para tenerte 
y mucha suerte te quiero 
pero ya no puedo verte.

Álvaro Rozi

lunes, 25 de mayo de 2020

Lo siento, abuela.




Me comporté como un  capullo 
sin tener corazón haciéndote daño
y negando hacérmelo a mi.
Pero sin pensar te hice más daño, 
con el tiempo me aleje de ti.
Hoy necesito ese abrazo,
el que solo sabes darme tú.
La siento, abuela.

Estefa Calzado

La magia.



Una mochila llena de dragones mágicos,
en el fondo se encuentra la magia.
Si te atreves, recorre su interior, 
para conseguir salir afuera de esa mochila 
con un dragón tan mágico,
que no te haga volver adentro. 

Estafa Calzado



ENTRE BUENOS Y MALOS




Dedos que se acusan y señalan
en verdades y mentiras,
dividiendo a la gente entre buenos y malos,
en verdades y mentiras.
Pinturas de guerra de tribus inventadas
de amigos separados por ideas inventadas
en verdades y mentiras.
Nada aprendido,
Siglos perdidos y olvidados.
¡Estúpido ser humano!
Lobo con su vecino y amigo del extraño......
Dedos que se acusan y separan
entre buenos y malos,
Ni verdades ni mentiras.

POR ÁLVARO GARCÍA CARRACEDO

sábado, 23 de mayo de 2020

PREPARADOS, LISTOS... ¡YA!



Soñar la vida no es vivirla,
sin pena, ni alegría, sin sudar....
coger al toro por los cuernos,
saltar la verja y no mirar atrás.
Preparados, listos... ¡Ya!
Soñar la vida no es vivirla
encerrado en burbuja de cristal,
videojuegos de mentira,
sin riesgo, sin ritmo, sin final.
Preparados, listos... ¡Ya!
Soñar la vida no es vivirla,
hay que romper las olas,
embarcarse mar adentro,
alejarse del hogar
Preparados, listos... ¡Ya!

POR Álvaro García Carracedo

Detalles

Hoy he apreciado más detalles que nunca, me distraje con el color pálido de la luz y toqué la pared sintiendo el tacto frío. Era consciente de los pasos que daba hacia delante y hacia atrás. Mi cabeza se concentraba en ese instante, sin más.
Cuatro paredes me consumen, ahora el lugar donde descansaba y emanaban sueños se ha convertido en la cuna de mis pesadillas.
Un ruido insoportable me aturde y me dice que hay algo que no va bien, que no estoy bien. El resto del mundo alza su voz para ser escuchado mientras yo intento callar la mía para no ser un ruido sordo en los oídos de quien no me quiere escuchar.
Salgo a la calle siendo irreconocible, sabiendo lo que piensa el resto solo mirando a los ojos, mirando el alma.
Salir y ver una realidad ficticia, que solo es realidad si nosotros creemos que lo es. Vivimos a través de nuestros sentidos, ¿Cómo podemos vivir sabiendo que nuestra vida es una mentira?
El miedo nos ataca por compartir dolor sin sentirlo.

Rosana Montero

sábado, 16 de mayo de 2020

APRENDER A VIVIR



Siempre de un lado para otro, creo que estoy en ‘El show de Truman’: me tomo un café en el bar de la esquina de mi casa, cojo el metro y llego al centro de Madrid. En el trayecto siempre me encuentro con un señor mayor, con rasgos tristes, que toca una especie de gaita para conseguir algo de dinero. Cuando no voy con tanta prisa le echo una monedita, pero hoy no es el día. También me encuentro con el hombre trajeado, de unos cuarenta años, al que veo todas las mañanas. Es atractivo, nos hemos cruzadomirada de vez en cuando. No está nada mal, eh. Y cóomo olvidarme de la mujer que va siempre con un pañuelo. Pobre, cada vez está más demacrada. Ojalá nunca me toque a mí. Ojalá.
Por donde iba, llego al centro de Madrid, son las nueve de la mañana, los taxis pasan a toda prisa, autobuses, cientos de personas que se dirigen hacia sus trabajos. Nueve de la mañana y Madrid ya tiene vida.
En la oficina me espera un duro día de trabajo. Paulo, mi jefe, me comunica que tengo tres reuniones esa misma mañana, también he de juntarme con el secretario para resolver unos asuntos. Negocios, dinero, trabajo, y ¿mi familia? Hace dos meses que no veo a mis padres, la verdad es que me acuerdo mucho de ellos pero es que no tengo tiempo ni de llamarlos. Mi madre me entiende y sé que me lo perdonará.
Seis de la tarde. Por fin puedo volver a casa a relajarme y descansar. Tengo un extraño dolor en la vagina, nunca me había dolido así. A las doce me tomé una pastilla pero la verdad que no se me ha quitado aún. Qué raro. A lo mejor me paso por el médico.
Sí, mejor me paso y me quedo más tranquila.
- Buenas tardes señorita, ¿en qué puedo ayudarle? – me pregunta una mujer sonriente de edad media con unas graciosas gafas rojas.

- Si mira, me gustaría ver al médico, tengo un extraño dolor de ovarios y ya sé que no será nada, pero por quedarme más tranquila. – le contesté algo tímida.

- Bueno, esperemos que como tú bien dices no sea nada malo. – me respondió con la cara totalmente cambiada – Espérese ahí que en nada viene el médico.

Pruebas, horas en el hospital, he tenido que pedir varios días en el trabajo y cancelar reuniones.
Al fin llegó el día que tanto sospechaba que iba a llegar: “Señorita, siento decírtelo, pero hemos hecho varias pruebas y te quedan un par de meses de vida”.
Dos meses.
Dos meses de vida.
Se me quedó grabado fuego. Me tocó a mí, el maldito cáncer, ¿Qué he hecho yo malo para que me toque a mí?
Desde ese día comencé a vivir mi vida. Se acabaron el trabajo, las ropas de marca, los zapatos de aguja, el ir siempre con un maquillaje perfecto, se acabó. Lo primero que hice fue ir a ver a mis padres. Menuda sorpresa le di. No fui capaz de contárselo. No estaba preparada. El parque de ‘El Retiro’ se convirtió en mi refugio, paseaba horas y horas por aquel lugar. Los minutos que tardaba en tomarme el café por las mañanas se convirtieron en horas. Quedaba con mis amigos de toda la vida, disfrutaba, me reía a carcajadas, lloraba de la risa. Hacía mucho tiempo que no era tan feliz. Viajé a Nueva York, Tanzania, Bali, Holanda y Dinamarca. 

No recuerdo días mejores que aquellos.

Después de tres años, sigo aquí para contarlo. Y me alegra. Sin embargo, me da rabia no haber podido empezar a vivir antes, porque así somos los seres humanos: cuando vemos que nos quitan algo, es cuando empezamos a disfrutarlo.

Clara Hernández Luna

jueves, 14 de mayo de 2020

Tus máscaras.



Miradas perdidas, 
en el fondo de tu calle interminable, 
de tu cuerpo. 
Calles cortadas,
por los besos
de miradas enmascaradas.

Estefa Calzado

Titulo: Al ras de tus ojos.



Tantas miradas de deseo de besarte 
que llegó el  día menos deseado.
No veía tus labios,
Esos que pedían 
un segundo asalto.
Descubrí otro lugar, 
que brilla más,
tus ojitos negros y pequeñitos.

Estefa Calzado

martes, 5 de mayo de 2020

Por más críticas que recibas, 
por tantos insultos que recibas,
 tú siempre se el mismo 
porque hay personas que por pasarlo ellos mal hacen pasarlo mal a muchas personas

Álvaro Rozi