Te fuiste, al cielo, demasiado lejos, ya no podía verte, no podía abrazarte y me enfadé, con la vida, con el mundo... Me habían robado a lo que más quería, pero ahora me doy cuenta de que te siento conmigo, cuando río, cuando lloro. Al final sigues conmigo, dándome fuerzas para no rendirme.
Minerva García
No hay comentarios:
Publicar un comentario