El
niño que pensaba demasiado
Erase
una vez un niño que pensaba... Tanto, que a gente lo trataba
diferente. A él no le importaba, tenía cosas mejores que pensar.
Un
día, en una excursión al campo, se paró a pensar, el sentido de su
vida. pensó, y volvió a pensar, y descubrió que su vida no tenía
sentido, así que de decidió pensar en uno.
Se quedó sentado en el tronco
de un árbol cortado, y allí se quedó pensando, mucho tiempo.
Llegó
la hora de irse, pero no podía pensar en lo que debía hacer, estaba
pensando algo más importante.
El
grupo estaba bastante alborotado, y los profesores, no pasaron lista, solo se dieron cuenta de que faltaba cuando regresaron.
El niño no pensó que su familia estaría preocupada, y que quería saber qué
tal se lo había pasado.
Pero él
solo tenía tiempo para pensar... en sí mismo.
Antonio Muñoz Jiménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario