Un niño
musulmán iba por primera vez al colegio, en España. Los que iban a
ser sus compañeros lo miraban mal. Pasado un tiempo, el niño no
quería ir al colegio porque le insultaban, le amenazaban y no
hablaban con él. Un día, en el patio, Mohamed, que así se llamaba
el niño, vio que un compañero que también lo insultaba, jugando al
fútbol se cayó y se torció el tobillo. El se acercó y estuvo a su
lado , mientras los otros niños se reían de él y continuaban
jugando sin echarle cuentas. Sin embargo Mohamed estuvo todo el
tiempo a su lado, llamó a los profesores y lo animó, diciéndole
que seguramente no era nada. Eso es un amigo.
Inés Gómez Giménez
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