La vida otra vez le parecía injusta con ella, sentía que
lo que hacía siempre lo veían muy mal, aunque los demás hicieran lo mismo; y no
lo mismo... sino mucho peor , se les disculpaba sin sentido. Y si debían
tratarlos a todos iguales. ¿Por qué a
ella no?, ¿por qué tenía que aguantar que se metieran con ella en medio de la
clases? y se le dijera que eso no era
para tanto, que no había que disgustarse por eso, y ¿por qué los demás si podían
agobiarse sin motivo?....
...y yo debía aguantármelo todo, así siempre. Ahí
estaba, aguantando cada día por no estar sola……pero para qué, ya no encontraba
sentido a nada ni a nadie.
Virtudes Gilgado León.
2º A ESO
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