Cenábamos y comíamos todos los días de nuestra vida juntos , sin embargo, no le dábamos importancia, era un hecho rutinario sin más. Llegó un día en el cual un miembro de la familia tuvo que estar aislado y por ello perdimos varias comidas y cenas juntos , una de ellas fue la cena de Nochebuena , esto nos hizo darnos cuenta que cada momento juntos era significativo y nunca sabríamos cuándo sería el último.
Laura Pulido
No hay comentarios:
Publicar un comentario