Cuando era pequeña mi madre me contaba siempre un cuento antes de dormir, todos distintos, pero con algo en común, la princesa era salvada por un príncipe y comían perdices. He estado gran parte de mi vida esperando a un príncipe, esperando a ser salvada para vivir mi propio cuento, y ahora me doy cuenta de lo más importante, estoy viviendo el cuento y la única que puede salvarme, soy yo.
Minerva García
Este microrrelato me parece muy interesante, ya que es un tópico esta trama de los cuentos infantiles, y es un gran proceso entender que no siempre podemos depender de otra persona.
ResponderEliminar