Amiga mía , te tiendo mi mano para no volver a soltártela jamás, voy a ser tu apoyo, tu
consuelo, tu esperanza, tu fuerza y tu alegría.
Amiga mía, cuando llores te secaré tus lágrimas.
Amiga mía, cuando estés triste te haré reír.
Amiga mía, voy a ser tu hermana y caminaremos juntas hacia delante sobre un camino con
piedras, pero con la diferencia de que si nos caemos, nos levantaremos por mucho que se
ponga en nuestra contra el destino.
Amiga mía gracias por ser mi amiga.
Luisa González
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