Paseas por la calle donde las
farolas comienzan a iluminar, miras al cielo y ves algo brillar.
Te acuerdas de tus ángeles, esos
que te guían sin parar, los echas de menos y te pones a llorar.
Lloras de felicidad, de tristeza
pero sabes que te acordarás siempre de ellos y nunca los olvidarás.
Laura Barbero
No hay comentarios:
Publicar un comentario