Risas

La leyenda decía que en aquella villa, de color verdoso con tonalidades negras había ocurrido un asesinato.

Cada vez que él escuchaba esa historia se reía de los cuentos que se contaban alrededor de ese pueblo.

Al llegar a casa, él se quitó sus zapatos y se tumbó en su pequeño colchón, recordando y saboreando cada recuerdo. Recordaba cómo había asesinado a aquel matrimonio que había formado parte de su violación.

Sonrío al rememorar aquellos gritos de clemencia, que le pedían piedad y que parara, pero él solo hizo lo que ellos mismos habían hecho, reírse mientras susurraba:

- Quien ríe último, ríe mejor.  

Noemí Sánchez