Una fábrica de chocolate
en la que se esconden animales,
llena de vida está la fábrica
con caramelos, chuches azucaradas.
No puedes comer
pero sí oler,
llena de vida esta la fábrica
gracias a la niñez.
Esta fábrica es maravillosa
como un jardín lleno de rosas,
pero nunca es tarde
para comer chocolate.
Ángela Canteli
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