miércoles, 9 de junio de 2021

Aquello que tantas veces.



No siempre necesitamos ojos para ver, ni oídos para oír, no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír. Y es que un consejo se oye pero no se escucha y una imagen se ve pero no se sufre. Todos estos pensamientos, pasaron por su cabeza, cuando sufrió en sus propias carnes, el dolor de lo sucedido, de aquello que tantas y tantas veces, le había aconsejado y advertido, pero a lo que jamás puso atención ni le dio la menor importancia. Aprendió tarde, que los consejos de los mayores, no son valiosos solo por sus años, sino por la experiencia acumulada en todos esos años, que nos pueden servir de escudo ante la vida.


Virtudes Gilgado León.

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