viernes, 11 de junio de 2021

Otra vida más.


Cuando nació Edurne, su abuela, tenía 58 años, para ella significó poder disfrutar de nuevo de la maternidad, que aunque no hubiera dado a luz esa niña, la quería como si hubiera estado en su vientre, era la continuidad de su hija en un ser pequeñito de lindos ojos verdiazules, para el que ahora tenía todo el tiempo del mundo. Conforme Edurne fue creciendo, su abuela le contaba todos estos sentimientos, y recuerda que siendo muy pequeñita, se sentía la nieta más querida del universo, su "abumami" era adorable. Pasaron dicioncho años y Edurne era una adolescente, su abuela ya se había hecho mayor, tenia 76 años, pero conservaba la misma alegria y vitalidad con la que siempre la conocío. Al ver como su abuela iba sumando años, la niña empezó a pensar cuantos años más la vida se la dejaría a su lado, y ese pensamiento la entristecía enormemente. Soñaba con que pudiera conocer a sus bisnietos, y disfrutar de ellos como lo hizo con ella. Edurne, no es que quisiera hacerse mayor por tener más libertad o por vivir su vida, era otra cosa muy diferente, era sentimiento más profundo...... Edurne, quisiera haber nacido dieciocho años antes, los mismos que tenía su corta vida, para tener a su abuela otra vida más junto a ella.

Virtudes Gilgado León

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